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Arquitectos: Bernardo Bustamante Arquitectos
- Área: 1000 m²
- Año: 2020
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Fotografías:BICUBIK
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Proveedores: Adobe Systems Incorporated, AutoDesk, Chaos Group, Edesa, Graiman, Hormipisos, Iván Delgado, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto parte de la generosidad de la familia de donar el inmueble a la ciudad para dotar el barrio con este equipamiento y un parque jardín ancestral para disfrute de todos. El resultado es la democratización del verde privado, abundante en nuestras ciudades Sudamericanas.
La nueva y rehabilitada infraestructura, un homenaje de la familia y el Municipio de Quito al prestigio literario Benjamín Carrión, uno de los escritores e intelectuales más importantes del Ecuador. Su gran interés y aporte a la ciencia, las letras y desarrollo artístico cultural del país han hecho resonar su nombre constantemente al hablar de estos temas. El proyecto brinda un programa enfocado para el desarrollo cultural y ocio de los jóvenes.
La Re-funcionalización de la Casa de Benjamín Carrión se caracteriza por entregar este inmueble a la ciudad, recuperando un jardín ancestral quiteño que coexistía con la Casa de la Familia Carrión desde su origen, puntualmente en el sector de Bellavista, y protege el patrimonio arquitectónico moderno. La propuesta busca solucionar sus nuevas necesidades para su cambio de uso a Centro Cultural, a través de intervenciones con elementos transparentes que se relacionan correctamente con el entorno inmediato, actuando con profundo respeto hacia la casa patrimonial existente.
La casa se implanta en un lote de 2200m2, que ha permanecido en el tiempo casi intacto, resistiendo a los embates de los especuladores inmobiliarios durante décadas. Se encuentra en uno de los sectores de mayor plusvalía de la ciudad, por lo que se ha convertido en un oasis verde entre grandes torres que ocupan la totalidad de sus lotes.
Para el equipo de diseño, fue prioritario mantener el jardín, sin tocar los grandes árboles de especies tradicionales del paisaje quiteño.
La intervención consta de dos piezas que requería el programa: Un nuevo vestíbulo de ingreso que se asoma al eje de acceso desde la calle, que casi sin tocar la casa existente, la conecta mediante dos puentes manera sumamente respetuosa, resolviendo el sistema de circulaciones del nuevo programa con solo dos incisiones.
El nuevo vestíbulo es un prisma translucido de nueve metros de altura, cubierto por una segunda piel de lamas de acero que nutren de la luz natural al distribuidor generando interesantes efectos en el interior durante recorrido del sol.
La segunda pieza es un salón de uso múltiple que funciona de manera autónoma a la Casa. Se buscó el único vado en el jardín donde no había árboles para colocar la pieza, llevando ese jardín a un estrato superior que se conecta con los patios de la Casa mediante un puente, permitiendo acercarse a la copa de un gran Guabo que cubre de sombra esta terraza verde.
Este volumen se esconde en la topografía natural del lote, y con su piel transparente permite una total vinculación del usuario con los jardines del proyecto.
La Casa original se restauró íntegramente, manteniendo su esencia sin cambiar su distribución, adaptando los espacios existentes al nuevo uso.